Dícese de ese “problema” del 3% que se cobraba y que se “le escapó” a Maragall” en el 2.005, mención que tuvo que retirar a continuación, por lo que, en comandita silenciada de todos y todas, por no “echarse piedras sobre los propios tejados de sus señorías”, todo pasó al olvido de un limbo de “lavado de manos” eximente, a lo largo de diez años . . . hasta ahora que van llevándose por delante a los tesoreros de la “impoluta” Convergencia y sin que siga sin pasar nada como si fuéramos bobos de baba.
Y dícese de los fondos para ERES, y para cursos de formación, que llegaron a Andalucía y se fueron por el desagüe de los golfos bolsillos de tanto bellaco granuja que ahora lo niega, ¡natural!, sin que ningún principal, ellos o ellas, desde sus sitiales privilegiados se auto eludan como responsables . . . del robo millonario.
Y dícese, también, sobre el desmantelamiento choricero y fullero ocurrido en tantos y tantos lugares, como en Valencia o en Madrid y otros muchas más localidades y comarcas españolas, con un robo organizado, desde la financiación irregular, pasando por las contabilidades dobles, los pagos en negro, las construcciones faraónicas, la corrupción generalizada y sistémica, millones y millones de euros yéndose a engordar las arcas de los facinerosos, por muy exsúperministros que llegaron a ser, por muy tesoreros y compañeros de partido hasta anteayer, por muchas golfadas que se hayan hecho en los últimos años, de abajo a más abajo, . . . sin responsabilidad alguna entre los principales de los grandes partidos porque . . ..”todo se reduce a ataques malévolos contra sus inatacables formaciones” que, en cualquier caso han de quedar indemnes ¿o no?.
Dícese pues de todas las arbitrariedades, barbaridades, de todos los recortes que hemos padecido, de todas las tasas que nos han ido subiendo, de todas las subidas en la facturas de los servicios esenciales, como la luz, de ese desempleo galopante, insoportable que supera lo inadmisible, de esa reforma laboral indecente e injusta, de esa desigualdad que como dice El Roto ya es “crimen”. . .
Dícese, en definitiva, del hartazgo de una clase dirigente que se sintió ofendida cuando la denominaron “casta”, cuando ellos se sienten “tan ofendidos” porque son ¿inocentes de todo tipo y tara?.
Y sigue la rioja hasta que acabemos rindiéndonos los desgraciados que hemos ido asistiendo a tanto desmán y desvergüenza.
Torre del Mar octubre – 2.015