El Palo alerta de un problema grave de narcotráfico y exige más policía

MATUCHA GARCÍA. MÁLAGA La droga se está convirtiendo en un problema más que grave en El Palo, que está atacando de lleno a la vida cotidiana de esta barriada. Así lo denuncian numerosos vecinos y diversas asociaciones de la zona, cansados ya de padecer esta situación y agotados de esperar soluciones que nunca llegan. Califican el nivel de menudeo y venta existente como "muy alto" y "grave" y reclaman mayor presencia policial y determinación para atajar el problema.
La responsable de la asociación Familias contra la Droga, Lola Muñoz Palazón, lleva desde el año 90 luchando contra esta lacra con "poca ayuda". "No puedo consentir que estemos luchando contra la droga y que en la puerta de la asociación haya ventas abiertamente. Esto es muy duro, no se nos hace ni caso. Se lo he dicho a la policía pero no denuncio por miedo a las represalias. La venta de droga aquí es un problema, un problema muy grave y muy duro. Lo estamos pasando mal", insiste esta responsable vecinal.
La portavoz, junto a otros miembros de la asociación y vecinos, dice que en el barrio existe un porcentaje muy elevado de personas con problemas de drogadicción, "al nivel de Palma-Palmilla". "Aquí somos unos 54.000 habitantes y de éstos un 5% son drogadictos", dice una colaboradora.
La misma tesis la corrobora el presidente de la asociación de vecinos El Palo, Santiago González. "Aquí hay un menudeo muy importante, a un nivel alto. Existe absoluta libertad para vender, ante una actividad más que consentida, digamos no controlada", declara a este periódico.
Los puntos de venta son conocidos por todos, la playa, la zona de La Cueva, Pedregalejo o frente al local de la asociación Familias contra la Droga, en la calle Practicante Fernández Alcolea. Las denuncias ante la propia policía y en la comisión se seguridad ciudadana del distrito son continuas y frecuentes, pero la situación permanece año tras año igual o peor, dicen.
"La infraestructura es pequeña y encima redujeron el número de agentes de la Policía Local. Ya no se trata de culpar a los cuerpos policiales sino que quizás no tenemos los medios que necesitamos", considera Santiago González.

Más coordinación. Por su parte, el presidente de la asociación de vecinos Zona Popular de El Palo, Rafael Caparrós, reclama por su parte mayor coordinación entre la Policía Local y la Nacional, mientras que el presidente de otro colectivo que realiza una importante labor en el barrio, la Asociación de Amigos Malagueños de Familias de Rehabilitados y Marginados (Amfremar), Fernando Gutiérrez, corrobora esta realidad. "El problema aquí ha estado de siempre. Es muy visible porque la mayoría de los consumidores no hacen compras elevadas como quizás ocurre en gente más pudiente sino que compran dosis de diez euros, pero eso sí, consumen cinco o seis veces al día, por lo que el camello viene numerosas veces para vender", comenta. A la venta hay que sumar las peleas, agresiones y el riesgo que supone para los chicos de la barriada, que pueden iniciarse en el consumo, señalan.

Fuente: La Opinión de Málaga