¡Portentoso! O no será para tanto, según “el portento” lo haya dicho según lo pensaba y entonces el mito se nos ha caído encima, porque evidentemente no pueden ir juntos en la misma declaración “portento” y humildad”. . . y si es esa la intención pensada y sentida, pues lo sentimos señor Wert, pero inmediatamente queda usted descalificado en su pretensión de convencernos de lo “humilde” que es, ¡seguro! Porque no puede ser y además es imposible.
Claro que si su señoría ha pretendido iluminarnos con un alarde de sarcasmo . .. pues entonces también queda descalificado, ¡lo sentimos!, por soberbio y por necio. . . porque resulta que el tema que anda en juego, la educación y la aprobación de una ley que la regule pues resulta que ni es de recibo ni para soltar chacota.
Pero en fin, el señor Wert, por lo visto, nos tiene acostumbrados, en mala hora, a ser muy concienzudo en su ideología que, por cierto escora descaradamente hacia un lado, ¿tal vez a estribor?, y aunque pretende mostrarse con alguna suficiencia talentosa y liviana. . . pues que no tragamos y a veces, por esa razón, hasta se le frunce el morro, ¡lástima también!
Y es que los costurones andan desgarrándose sin consuelo, con gran parte de la comunidad educativa en pie y en contra de la citada ley, inspiración de Wert y los suyos, se supone, y es que es desolador ver cómo se intenta retroceder a los tiempos oscuros, desde la carga ideológica y teológica de la educación, arrimada a las ascuas del señor Wert y los suyos, como para que en poco tiempo vayan desgajándose los principios de universalidad, gratuidad, laicidad, convivencia, respeto, solidaridad, fraternidad, libertad, . . .y con fuerte vocación de ocupar el territorio de los guetos asistenciales. . . y si no a la historia habrá que remitirse. . . cada vez que la escuela pública ha estado en manos de quienes. . .no la apreciaban. . . como para que “Las Escuelas Nacionales” fueran el feudo de las clases marginadas y desfavorecidas.
Así que “compañero Wert”, y permítaseme la osadía y el mal gusto, de humilde muy poco y de portento lo dejaremos en cuarentena, . . .a pesar de que eso es lo que más les gusta y buscan desaforadamente . . .: “los excelentes” y abnegados siervos de sus amos y señores, haciendo méritos, paladines de la estrategia que asegure el poder omnímodo de los señores del capital, ¡natural!, del dinero y el poder . . . económico, caigan quienes caigan . . . que ya van cayendo . . . a paladas. . .en aras del tactismo que dominan a la perfección : . . .”los portentos y humildes” . . .de la servidumbre más vil y mezquina. . .por unas migajas de pseudopoder, por un atracón de sarcástico envilecimiento. . .
Porque el poder obliga y ordena. . .y ellos obedecen y ocupan el papel de los despiadados testaferros.
Torre del Mar 28 – octubre – 2.013