EL SOLDADO QUE APUNTABA AL CIELO
Era un joven enrolado por la euforia de aquel tiempo, en medio del mes de julio, esforzado y febril, subido a un convoy polvoriento de camiones enarbolados de banderas facciosas, rojigualdas, rojinegras, con el yugo y las flechas al viento de los gritos enardecidos, montones de mozos, lugareños alistados tras los mandos comarcales, recorriendo carreteras y caminos, aldeas y alquerías, sin tregua, haciendo suyas las razones golpistas del levantamiento en armas contra la legalidad republicana:Texto: ANTONIO GARCÍA GÓMEZ