Borja Vivas entra en la leyenda

Olvidado por la realización televisiva, Borja Vivas disputó ayer una guerra doble: contra sus nervios y frente a su pasado. El momento de forma de lanzador de peso malagueño apuntaba a la medalla en los Europeos al aire libre, pero él nunca quiso vender la piel del oso, escaldado por alguna desilusión precedente. «Hay que intentar perder el respeto a los grandes campeones, Majewski, Storl… Mi objetivo real sería ser cuarto o quinto de los campeonatos», dijo la semana pasada a este periódico, pero seguramente en su fuero interno pensaba en que lo que se le presentaba en Zúrich era una de las grandes oportunidades de su vida para subirse al podio en una gran cita.

 

 

Así fue. Un estupendísimo lanzamiento de 20,86 metros ha cambiado el curso de su vida. Fue su segundo tiro en la final, el que le colocó segundo para ya no moverse más de esa plaza. Se trata también de la segunda mejor marca de su vida. La primera la consiguió a finales de julio en los Nacionales, en Alcobendas: 21.07. No cabe duda de que, con 30 años, el representante del Club Atletismo Málaga ha alcanzado su madurez deportiva. Ya le dan igual las mañanas que las tardes, o codearse con un tal Tomasz Majewski, doble oro olímpico en Pekín 2008 y Londres 2012, o un tal David Storl. El alemán, con solo 24 años, es ya doble campeón del mundo, en 2011 y 2013. Le acompañaron en el podio final con unas azafatas de vestido verde y morado. Premonitorias.

Frente a la flor y nata mundial (con permiso del estadounidense Reese Hoffa), Borja Vivas no tembló. Enterró su sambenito de atleta timorato en las grandes citas. Por la mañana ya había esbozado su proyecto. Llegaba a Suiza con la tercera mejor marca del año entre los participantes, y en la calificación hizo el segundo mejor tiro. Sus 20,53 le permitieron cumplir el sueño de su vida. Agarró el petate y se retiró a los vestuarios para reservarse para la tarde. Había dejado bien claras sus intenciones.

Aún quedaba confirmar en la final si Vivas iba a estar a la altura, y bien que lo hizo. Empezó algo más tímido, con 20,07 metros, pero tampoco los brazos de sus competidores estaban más calientes que el suyo. Ya le valió para ponerse tercero, tras Storl y Majewski. Todo predecible, salvo lo de Vivas, al que el realizador nunca tuvo entre sus favoritos. No le debieron haber avisado de su mejoría.

Fue el segundo lanzamiento lo que le catapultó de forma definitiva. Parecía claro que esos 20,86 metros iban a valer medalla a poco que todo se desarrollara con normalidad. Así fue. Quien más se le acercó por detrás fue Majewski, con un 20,83 instantes después. El temor a que cualquiera de los competidores amenazara el podio del malagueño se fue esfumando, porque el cansancio comenzó a hacer mella en la mayoría. Hasta en el inhumano Storl, que comenzó la prueba con unos 21.41 que ya avisaban de que iba a ser imposible acosarle. La serie de Vivas fue inmejorable. Fiel a su nivel toda la temporada, siempre estuvo por encima de los veinte metros: 20,07; 20,86;20,59; 20,69, nulo y 20,38. La plata estaba más que merecida.

La competición apenas pudo ser seguida por la afición malagueña y española. La realización que se sirvió a Teledeporte llegó a primar una irrelevante serie de 400 del decatlón ante intentos finales de los competidores de peso. Incluso, fueron contados los tiros en directo y de los seis de Borja Vivas, únicamente se vio uno, el mejor, con varios minutos de diferido. Esperpéntico.

Con tres españoles

La final de peso no solo fue histórica por lo logrado por Borja Vivas, que además lanzó más que ningún otro español en unos Europeos –porque Manolo Martínez nunca fue medalla en esta cita al aire libre–. Lo fue porque le acompañó otro compatriota, Carlos Tobalina (20,04), noveno y muy cerca de haber acudido a la mejora. El tercer representante, el nacionalizado Yioser Toledo (19,59), no pudo pasar la calificación, pero la presencia del trío refleja el crecimiento de la disciplina en España, lo que sin duda ha sido un acicate para Vivas.

Puestos a repasar estadísticas, Vivas es el segundo español en concursos de lanzamiento que sube a un podio. Le precedió la gaditana Mercedes Chilla en jabalina en Gotemburgo. Y aún habrá quien cuestione a Vivas que, recuérdenlo, coge con una mano una bola de más de 7 kilos y la impulsa a más de veinte metros con su técnica lineal. No lo intenten en su casa