Existen tipos admirables que no están dispuestos a claudicar frente la adversidad. Ningún político conseguirá que se traguen una rueda de molino, ningún obispo les obligará a arrodillarse, ningún vendedor de peines intelectual les hará perder el tiempo y si la vida se les tuerce con una mala racha, con la crisis, la depresión y el paro, tratan de soportar la dificultad sin romperse nunca por dentro. Son los últimos románticos de la resistencia que, desde la clandestinidad se enfrentan cada día a la miseria moral que intenta anularlos. Oh, bella, ciao.” Memorias de la resistencia.
“España se ha permitido el lujo de tirar cerebros a la basura durante siglos, lo que equivale a un crimen histórico contra la inteligencia, el mismo delito que se comete hoy cuando se recorta el presupuesto de educación”. . . Jóvenes científicos, biólogos, ingenieros, tenazmente preparados aquí, cuya energía intelectual es la única fuerza genuina para salir de la crisis, se van fuera a dar sus frutos. La maldición de siempre”. Manuel Vicent
Y en esa encrucijada nos encontramos, con nuestro ministro de economía asomando un rictus de sonrisa cuando se le pregunta sobre el proyecto económico de la agrupación política Podemos, como si aún tuviera alguna razón sólida para atreverse a sonreír y seguir mintiéndonos sobre un futuro al servicio de . . . los más poderosos.
Cuando resulta que nos repiten que nada se puede hacer “mejor”, que esto es lo que hay y que . . .”austeridad, sacrificio y resignación”, es la mejor receta, la única, el trágala debido.
Y tal vez es el momento de la ciudadanía, de la participación, incluso cuando sospechemos que tenemos tanto que . . . ganar, porque es verdad que ya lo hemos perdido prácticamente todo.
Porque el panorama es desolador.
Porque siguen atrincherados para atacar despiadadamente a cuantos intentan algo distinto, desde su cinismo, desde su “altanería” inclemente, despiadado..
Porque este país es un país rico y sin embargo la desigualdad injusta y abismal crece y crece, mientras los popes del desastre niegan cualquier otra salida que no sea su sumidero particular. Con el talante moral de la tipología “tipo el pequeño Nicolás”, entre los iniciados del sistema y sus cambalaches, contra la ciudadanía que se empobrece y se desespera. .. e insisten que ésa es la salida. . . . y que cualquier otra iniciativa solo es “una locura inviable”, cuando ya han demostrado que solo saben llevarnos hacia el empobrecimiento generalizado, hacia el recorte imparable.
Porque estamos en la encrucijada de la resignación y la rendición o la del salto . . . al vacío si fuera preciso.
Porque la resistencia siempre fue callada y arriesgada.
Porque corremos el peligro de “rompernos por dentro” y darnos por vencidos, darnos por humillados, darnos por sometidos.
Y, en contra, “los señalados, los demonizados” nos están pidiendo nuestra participación, nuestro compromiso, nuestro pequeño hálito de esperanza y riesgo. Siquiera . . . por nuestras jóvenes generaciones que ya comienzan a sentir las dentelladas de las salvajes e injustas políticas actuales. Recordemos que España es el segundo país europeo con mayor índice de pobreza infantil.
Porque debe estar muy pasado de moda . . .intentar alcanzar la utopía dejándose la piel en el esfuerzo, por no seguir dejándonos humillar ante tanta desfachatez . . . de quienes nos ¿gobiernan?. . . y ya piensan en ponerse a cuidar “el corralito”.
Torre del Mar noviembre – 2.014